Hoy vi al suelo caminar de puntillas para ir a la altura de tus pies, hoy he visto a las estrellas salir de día para no perderse ninguna de tus sonrisas.
Eres capaz de atropellar con una mirada, de enloquecer con un guiño y de matar con un adiós. Tengo la certeza de que no hay persona que sobreviviera a probarte y no tenerte. La certeza de que admitirían la mentira en los tribunales si con ello se pudiera enamorarte. Tengo la certeza de que los espejos se inventaron para mirarte, que la tinta para escribirte y los diccionarios para describirte.
Hoy he tenido mi lucha de gigantes particular y sin ti, ni mundo descomunal, ni enormidad, ni tu risa al estallar, así que por favor, dime que es mentira todo, un juego tonto y no más.
Hoy me han vuelto a preguntar a donde miro cuando cierro los ojos y lloro, hoy he vuelto a responder "¿acaso vosotros no la veis?".
Hoy he visto una comisura parecida a la tuya y he suplicado por un beso como si me fuera la vida en ello.
Hoy me he leído un par de libros buscando a otros que hayan escrito sobre ti, como el que busca en un mapa del tesoro. Hoy me vuelvo a desvelar, para rezarle a la luna que te refleje una noche más. Hoy vuelvo a beber por si acaso fuiste un gin&tonic muy cargado.
Te fuiste a las once y diez y yo pare el reloj a y nueve para tenerte siempre. Te fuiste diciendo que volverías y desde entonces me paso los días en la mirilla.
Hoy tengo la certeza de que volveré a tenerte, aunque me cueste más de mil cicatrices, porque eres la cura para cualquier herida.
Hoy destrozaré todas las brújulas que me indiquen el norte y este no lleve a ti. Hoy pintaré tu ombligo en mis manos, a ver si sirven de imán. Hoy he robado una guitarra por si entre acordes apareces.
Hoy me muero de ganas de verte y sé que tú, estés donde estés, también.