jueves, 27 de septiembre de 2018

No eras consciente.

Quizá pasé por alto que no estabas acostumbrada a mirar a los ojos. Quizá pasé por alto que un par de flores eran mucho más de lo que esperabas. 

Quizá no eras tú y era yo. Quizá jugué con ventaja, yo me sabía las reglas y tú no. 

Quizá no eras consciente de que me estabas dando mucho más de lo que sabías dar. Quizá no sabía explicarte que una caricia más y tendrías que firmarle un contrato al corazón. 

Quizá no eras consciente de que con una mirada tuya morían los segundos no aprovechados. 

Quizá no eras consciente, pero estabas dejando de lado los miedos y los fantasmas de tus cicatrices. 

Quizá solo te estabas dejando llevar.

Quizá no eras consciente de que el amor dispara a quemarropa. 

Quizá no éramos conscientes o quizá si, pero lo que importa es que desnudas mis labios mientras nos buscamos los ojos.





lunes, 24 de septiembre de 2018

Y lo paras.

Un día, de repente, te ves pensando antes de dormir y te das cuenta que esos pensamientos vuelven a tener nombre. 
Y te ves despertándote y cogiendo el teléfono en busca de un buenos días. 
Entonces, te das cuenta que luchar merece la pena porque los detalles empiezan a dejar de ser insignificantes. 
Y sabes que no todo termina en un vaso con hielos a las seis de la mañana, no, ya no. 
Aprendes que en los colchones también se puede hablar y que hay besos que no buscan desnudar.
Descubres que ver vestirse a alguien también puede enganchar.

De repente te despiertas, a las tres de la madrugada, con alguien apoyado en tu pecho y te dices: “Podría parar el mundo dentro de estos dos metros cuadrados”.
Y, entonces, entiendes todo y lo paras.