Buscaba tenerte entre mis brazos y sentir que todo este tiempo queriendo verte no había sido en balde. La perseverancia por la que me caracterizo actuaba en su máxima exponencia. Había mañanas que me despertaba y me repetía, abre los ojos, esta lejos de ti y ella hoy no se ha despertado pensando en ti. Había noches que castigaba a mi almohada por no oler a ti y ella desconsolada me decía, nunca estuvo aquí. Pero había días que cambiaban todos esos momentos de terror, había días en los que una palabra tuya bastaba para quererte para siempre. Había días en los que sabia que jamas me cansaría de darte las buenas noches, que nada me quitaría la sonrisa al darte los buenos días, era tan simple como eso.
Trate de quitarte más de mil veces de mi cabeza, tantas como las que fracase, tantas como las que alguna canción decía tu nombre entre acordes, tantas que decidí no volver a escuchar música para no perder la cordura.
Y aquí estoy, un tiempo después, sabiéndote guapa, sabiéndote lejos, imaginado tus besos, sin perder la sonrisa en cada buenos días, sin cansarme de darte las buenas noches. Te avise un día, soy perseverante y no parare hasta que entre mis brazos pueda decirte: no me arrepiento de todo este tiempo muriendo por tenerte, nunca imagine un mundo sin ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario