Ella vestía miedos, él la desnudaba. Ella giraba la cabeza, él empezó a mirarla. Ella disimulaba, él la provocaba. Ella le decía dime que crees en esto, él le decía dime todo sobre ti. Ella era frágil, él estaba dispuesto a arreglar cualquier roto. Ella soñaba despierta, él quería enseñarle a coger el cielo con las manos. Ella escalaba hasta improbables, él se volvía equilibrista en inexistentes. Ella volaba sobre imposibles, él pisaba cualquier "no" y juntos dibujaban realidades inesperadas.
Ella regalaba sonrisas, él se endeudaba con el egoísmo al querer darle todo. Ella pegaba la primavera sobre el invierno, él partía en trocitos los días tristes. Ella saltaba sin preguntar si dolería la caída, él jamas pensó en que se caerían. Ella tachaba los "casi" de su vocabulario, él se burlaba de los imposibles. Ella veía en él el abrazo en el que quedarse a dormir, él veía en ella el abrazo que dar todas las noches antes de hacerlo. Ella aprendía a atar pasos de cebra, él a cambiar los semáforos. Ella entendía lo que era un nosotros, él descifraba que significaba un tú y yo. Ella comprendía lo que era sentirse libre con alguien al lado, él empezaba a ser quien quería ser. Ella empezaba a darse cuenta que hay presentes que son para siempre, él que hay futuros anclados al presente. Ella descubría partes que nadie le había tocado, él se aprendía de memoria cada centímetro de su piel. Ella bailaba con sabor a sur, él bailaba al sabor que sus labios quisieran. Ella comprendía que había dolor en la felicidad, él que también se hacen mal las cosas sin querer. Ella se descubría cantando frente al espejo, él cortando flores en los parques. Ella envolvía los días entorno a él, él giraba las almohadas buscando rastros de su olor los días que no estaba.
El reloj jugaba sus cartas, el segundero les amenazaba, ellos perdían la noción del tiempo como quien lo pierde al no tener prisa y les explicaban que habían conseguido hacer el mismo día de hoy y mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario