martes, 7 de abril de 2015

¿Que tal estas?.

¿Qué tal estas? Aunque ya lo sé, veo tus fotos cada mañana. Mantienes esa sonrisa que cambió el rumbo de mis ojos. Sé que odias que aparezca de repente, cuando crees que ya me he olvidado de ti, sé que odias que remueva los besos que te di.
Pero cuéntame como te va, supongo que estarás conociendo a otros, que habrán pasado algunos aunque espero que todos acaben siendo nadie. Si, si, no hace falta que lo repitas, ya sé que me odias. Odias la seguridad que le pongo a todo esto, la seguridad que tengo cuando te digo que te echo de menos todos los días desde que no nos vemos. Ha pasado casi un año desde la ultima vez, un año creyendo que eran tus labios cuando me daban un buen beso, rezando que fueras tú cuando me daban una segunda oportunidad. Un año diciendo tu nombre de madrugada, un año conociendo portales nuevos que no son mas que salidas de emergencia, un año brindando con las canciones que te recuerdan a mi. Casi un año sonriéndote en la distancia, sabiéndote lejos en todo menos en recuerdos.
No me odies, simplemente sé que te pasa lo mismo que a mi, sé que vas marcando estrellas cuando pasa otra noche sin vernos. Sé que me lees, sé que entras aquí donde te escribo, sé que lo haces para encontrarte entre lineas, sé que con eso sacias las ganas de decirme: VEN.
Lo nuestro no depende de comos ni porques, simplemente nos falta un cuando. Si te escribo es para que no se te olvide que la vida nos debe una, no me cabe ninguna duda que acabaremos juntos. Lo nuestro es un improbable, no un imposible, fue y se fue, observando en la distancia lo que será. Mientras tanto no pierdas el tiempo, conoce a quien quieras conocer, no dejes de sonreír, que cuando nos volvamos a encontrar ellos no serán nadie y nosotros justamente seremos eso: nosotros.
Nunca olvides que te pienso a diario y que cuando beso en realidad es diciendo tu nombre.



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