El espejo reflejaba tu sonrisa en mi espalda y supe, con toda seguridad, que si alguna vez me concedieran un deseo sería tener un dejavú constante de ese momento. Aprendimos a que siempre fuera la primera vez, a que había segundas partes buenas y que a la tercera siempre iría la vencida.
jueves, 23 de julio de 2015
El espejo.
El espejo seguía reflejando Madrid, enseñándome que todo existía antes de ti. Enseñándome que mis besos eran míos y no tuyos, que fueron un préstamo sin intereses. Te diferenciaba de las anteriores por ser todas a la vez, te diferenciaba que no me cansaba de contarte las pestañas. Recuerdo esas cenas en las que te daba por jugar debajo de la mesa o cuando entendí por fin, lo que era tener "nuestra canción". Aprendimos que hay veces que los te quieros son más que dos palabras y supimos darnos lo necesario en cada miedo.
martes, 14 de julio de 2015
Ven.
Ven, piérdete mientras yo te gano, ven y juega a este juego inacabado. El amor muchas veces empieza así, cobrando sentido cuando vamos perdiendo la partida y no queremos dejar de jugar.
Ven, te voy a dejar ir para que quieras volver.
Ven y pídeme sábado por la noche una vez al día. Ven, que voy a hacerte el amor con la mirada.
Ven, que aunque no me debería acostumbrar voy quejarme por las horas sin ti, ven y quéjate por la impuntualidad en nuestros sueños juntos. Ven y cuéntame como se ve la luna desde tu mirada, ven, que voy a despertar a tu lado cada amanecer.
Ven, que voy a besarte los ojos, ven, que tengo un hueco en la respiración para nosotros dos. Ven y déjame darte los buenos días después del final. Ven y dime como me enamoras con defectos. Ven y quédate, incluso las noches que me mandes al sofá, ven y entiende mis celos cuando rompes cuellos al pasar. Ven y explícame como conseguiste ponerle tu nombre a las canciones.
Ven, pero ven para no irte jamás, es la forma para que yo decida no irme más.
Ven sin comas, sin suspensivos ni seguidos, ven y que sea un punto y final el elegido.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)