Mentiría si te dijera que estoy enamorado, si te dijera que no busco el amor en otros labios. No te diré, tampoco, que las hay mejores que tu. Tampoco te diré que conocí a una más guapa y si lo digo, sera acompañado de un pero. No te diré que no miro a otras, pero si que no como a ti. No te prometeré que tus labios serán los únicos que bese, pero si los únicos con los que quiera repetir.
Hace malo allá fuera pero te miento y te digo que el sol ha salido, que esta despejado en mi día a día. Y tu me mientes y me dices que duermes del tirón, que se acabaron las noches apoyada en la ventana acompañada de esas canciones que solo se entienden en soledad.
Y no te hablare de la próxima vez, ni te prometeré que te llevare a ver el mar, tampoco te haré imaginar esas mañanas hablando de los dos. No, tampoco te diré que a todas horas pienso en ti, ni que te quiero, ni que necesito tu buenas noches antes de dormir.
Pero te hablare de todas las cosas que te escribo, de lo que recuerdo tu risa, escondida, mirando hacia el suelo, de lo que echo de menos colocarte el pelo detrás de la oreja, de las veces que mis manos gritan pidiéndome el roce de tu tripa, de como llora mi piel por la falta de tus cosquillas. Te confesare todas las veces que te conté los lunares mientras dormías, también, te confesare, que se me ha escapado algún beso al aire al pasar por tu portal.
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