jueves, 10 de julio de 2014

Un juego con V de derrota.

Puse dos reglas a sabiendas de que perderíamos, la primera; no enamorarnos, la segunda; no mirarnos a los labios, empezaste tu perdiendo la segunda y yo a continuación la primera. Añades una tercera; no besarnos. Te miro a los labios, te acaricio la cara, me acerco lo suficiente para verte cerrar los ojos, te noto nerviosa pero me sonríes, aceptas el juego y te quedas quieta. Nos separan cuatro centímetros y las reglas ya no sirven de nada. Perdemos, nos dejamos llevar acompañados de un beso que rogamos interminable. Nos quedan horas juntos y un para siempre en entredicho.
Te prometo no olvidarte jamas, me prometes dormir con mi nombre entre tus labios y el miedo a despedirnos se adueña de nosotros, me tiemblan las manos y no se como hacerte saber que jamas podría decirte un adiós, solo si viene acompañado de un nos vemos pronto.
Cada mañana un buenos días que acaba en un buenas noches. Imagino tu respiración, el peso al llevarte en brazos, el tacto de tus caricias o el calor de tus abrazos. Tu mirada en las fotos me habla de todo lo que no conozco de ti, de aquello que soñabas, de las cicatrices que tienes cerradas, de los recuerdos que aun te duelen. Tus ojos tiñen de claro cada una de las sonrisas que me pintas cada vez que hablamos.
Nunca sabrás de las veces que te escribo, de las canciones que nunca te cantare pero te compuse, nunca te hablare de los suspiros que me provocabas al colgar.
En cada paso que doy suenan tus preguntas, cada cosa que hago la hago pensando que estas tu enfrente analizando cada uno de mis movimientos.
Miro a mi lado y ya no estas, te imagino con la mirada perdida y te pregunto: "¿en que piensas?" pero nadie contesta, tiemblo y me repito: nos vemos pronto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario