martes, 17 de diciembre de 2013

Jaque mate.

La mire fijamente, estaba claro que la habían hecho a conciencia, más guapa que ninguna rompía cuellos al andar. Se percató de mi mirada fija y sonriendo me la devolvió, abrumado baje los ojos pero era como si hubiera encontrado el sentido a la vida en ese segundo en el que nuestros ojos coincidieron.
Pensé conocerla de siempre, la analice rápido, habría apostado hasta el último euro que llevaba encima a que era: soñadora, amante del buen vino, miedosa, bipolar, romántica y dulce.
Como si alguien lo hiciera aposta empezó a sonar "vivir sin aire"... Levante los ojos como para decirle con una mirada "como quisiera robar tu corazón..." Nuestras miradas volvieron a ponerse de acuerdo, esta vez ella bajo los ojos y pensé que habría entendido mi declaración. 
Me acerque, le agarre de la mano y me presente: 
¿Sueles declararte con miradas? - me dijo.
- ¿Sueles enamorar a primera vista? - le conteste.
- Pero nunca correspondo – amenazo.
- Y yo nunca me enamoro – me defendí.
Bailamos un par de horas, dejándonos llevar por ese tipo de sentimientos que crees que duraran toda la vida.
- Encontrare alguna canción para recordarte – aseguro.
- Y yo más labios en los que besarte – le advertí.
 Pero no mis ojos para mirarte – finalizo.

Y con un jaque mate, me dejo el corazón lleno de dudas, los pies bailando su nombre y los labios besando sus ojos.