Contigo tuve sonrisas sin saber que estaban ahí.
Contigo, recuerdo, viví muchas de las mejores mañanas de mi vida.
Contigo aprendí que besar era mucho más que dar un beso.
También aprendí, que contar lunares no era cuestión de matemáticas. Contigo aprendí a bailar en una caricia.
Contigo aprendí que una guerra está justificada si es para conquistarte.
Contigo aprendí lo que puede doler ver vestirse a alguien, aprendí también, mil formas de quitarte la ropa, muchas de ellas sin tocarte.
Contigo aprendí a perder la vergüenza cuando la consecuencia era escuchar tus carcajadas.
Contigo creo que viví toda una vida, aunque nos durara 340 atardeceres.