Descubrí a mi sombra llorando y me dio por reír, guardaba y miraba una foto que te hice a escondidas para no olvidar jamas tu cara. Me declare culpable de sus lagrimas y volví a buscarte.
No vengo solo a conquistarte, vengo a decirte que me quedo, a besarte por primera vez, a que usemos mi sombra como manta.
Ayer me reía de las parejas a las que sentados en un banco se les pasaban las horas sin pestañear, ayer salía en busca de aumentar mi agenda con una colección de promesas caducadas. Ayer en los espejos solo veía mi reflejo y las películas eran una excusa en vez de un preliminar.
Tu me hablabas de que había infinitos más grandes que otros y aunque yo quería avisarte de que se puede romper un corazón con otro roto, te miraba y sabia que esos ojitos eran mi próxima cicatriz.
Maldije a Lady Madrid, me prometió ser la reina de los tejados cuando eres tu. Cada vez que me sonríes con esos ojitos me gustaría disfrazarme de Paco Bello cambiar su pasado por mi presente, reescribir su canción y decirte: "no sabes cuanto te estoy queriendo".
No te imaginarias la batalla en la que entro cada vez que te llamo, te reirías de mi si supieras las peleas que tengo con el teléfono, suplicándole que seas tu la que enciende su luz.
Tus labios rojos, tu mirada infalible, me hacen querer confesarte que podría enamorarme de ti al menos esta vida entera.